Hoy
os traigo una “tradición” que seguro que la mayoría de vosotras
no conocéis... ¿Os imagináis enseñar el traje de novia o de
comunión a todo el mundo días antes del feliz acontecimiento?
Impensable, ¿verdad? Pues aquí ¡lo hacemos!
Puede
que a algunas os choque esto y vuestra primera impresión sea
pensar que no lo haríais jamás, pero creedme cuando os digo que las
habitaciones donde enseñan el traje y las emociones que las novias y
niñas transmiten, son increíbles. Pero empecemos por el principio...
En
la zona de Valencia, las falleras mostraban durante varios días en
su casa el traje que lucirian en las próximas fiestas. Poco a poco
este evento fue cogiendo fuerzas hasta llegar a novias y a pequeñas niñas e incluso pequeños niños de comunión.
Hoy
en día decoramos una habitación enterita entorno al traje: joyas,
regalos, flores y demás detalles necesarios para ese día tan
especial. Familiares, amigos, vecinos y demás conocidos, que no irán
a la boda o comunión (son eventos más familiares), acuden a la casa
a ver el traje, dejar un detallito a la novia o niños de comunión y
tomarse un café con un trocito de pastel, compartiendo así una pizca de la felicidad que el evento conlleva.
Personalmente,
recuerdo con todo el cariño que mi padre y mi madre, ella en su
último mes de embarazo de mi hermana, preparaban cada detalle para
que mi comunión fuera uno de los días -o semanas- más felices de
mi vida ¡y vaya si lo conseguieron!
Nueve
años más tarde era yo la que se sumaba a ese cariño y les
ayudaba con la comunión de mi hermana. Y no sé si me gustó más
vivir la mía o preparar la de mi hermana...
Y
pasados unos años a mi madre y a mi (¡un dúo perfecto mami!) se
nos planteó el reto de preparar en Cádiz la habitación de soltera
donde una mamá treinteañera enseñaría orgullosa su traje de novia
a vecinas y amigas. Podéis adivinar el único que tiene el acceso
prohibido a la habitación de la novia, ¿no?
Aunque
no nos dedicamos a esto y tampoco somos decoradoras profesionales ni
muchísimo menos, creo nos quedó una habitación bonita, que tuvo
mucho éxito entre los que no conocían esta tradición y sobretodo
un recuerdo inolvidable para la novia. Tan bonito nos quedó que años
más tardes repetimos en Cádiz! :)
Os
dejo unas fotos en las que se resume todo lo que os cuento y en las
que podéis apreciar todos y cada unos de los detalles de esos días
tan especiales.
Traje de comunión de niño. Decorado con motivos marineros por Vicky y Ángeles Lorenzo, mamá y tía del pequeño.
Traje
de comunión de niña (mi sister!). Decorado también por Vicky,
Ángeles y mi mami. ¿No es precioso?
Traje
de novia de una mamá treinteañera. Decorado por mi madre y por mi.
No me diréis que no os traigo exlusivas ¡¿no?!
Detalles del segundo traje de novia que decoramos mi madre y yo. Aquí tuvimos problemitas de última hora con el maniquí y tuvimos que hacer un apaño. Además añadimos el traje y complementos de la damita de honor, que fue la hija de la novia. ¡Para comersela!
En ambas bodas, decoramos también la silla (se aprecia mejor en la imagen de arriba) en la que la novia iba a ser maquillada y peinada ante los objetivos del fotógrafo.
¿Qué
os parece esta tradición tan curiosa? ¿Lo habíais visto o escuchado alguna
vez?
pues me parece una tradicion muy bonita!
ResponderEliminarCynthia
The Lithium Girl
Me alegra que te guste Cynthia!! :D
EliminarBesitos
Pues la verdad es que el sábado pasado fue la comunión de mi hija y yo no queria poner todo el "escaparate",me daba como apuro,pero al final me lancé y quedó muy bonito y elegante y a la niña le encantó organizarlo,poner los regalitos...También he ido a casas que literalmente parecían tiendas!!!Tus decoraciones me han parecido muy chulas!un beso
ResponderEliminarVaya, cuánto me alegra tu comentario!:)La verdad es que la ilusión con la que lo celebran los peques lo puede todo!
EliminarSi te animas a compartirla, en Facebook (Moda y Bebés) y Twitter (@ModayBebes) te esperamos!!
Un besito muy fuerte y mil gracias por comentar!